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Es una asociación-Sociocultural que nace para difundir y recopilar la Historia de Tarifa.Esta la hacemos entre todos. Nuestra dirección es: baluarte-tarifa@hotmail.com Estamos trabajando en una página oficial para Baluarte. De momento este es un blog vinculadO a ella y con artíiculos firmados personalmente.

jueves, 23 de abril de 2009

RIADA DE 1970



13 DE ENERO DE 1970
(Archivo Ter�n)


Riada del martes 13 de enero de 1970. Muro roto en la guarder�a. Al fondo el cuartel de Infanter�a de Marina. (Foto: Archivo particular de Jes�s Ter�n)

Las fuertes lluvias ca�das desde la �ltima semana de diciembre de 1969 y primeros d�as de 1970, hicieron que a las diez de la noche del martes 13 de enero de 1970 el arroyo de Angorrilla llevara m�s agua de la que era capaz no pudiendo desaguarla toda, pues la boca del t�nel se encontraba tapada con tela met�lica, ocasionando esto que todo el ramaje y troncos que llevaba el cauce del r�o tapara por completo la boca del antes dicho t�nel, form�ndose una presa artificial en la parte posterior y lateral de la antigua Guarder�a Infantil cuyo muro, incapaz de aguantar tanta presi�n, revent�, desaloj�ndola precipitadamente y cogiendo el r�o su antiguo cauce que no es otro que las actuales calles de General Copons y Sancho IV el Bravo y calle Juan N��ez, hasta llegar a la Playa Chica.

La riada fue destrozando viviendas y arrastrando muebles, kioscos, veh�culos aparcados, farolas y todo lo que se encontraba a su paso, los cuales se pod�an ver flotar entre la avalancha a su paso por la Calzada, llegando las aguas hasta la Playa Chica, en el camino de la Isla de las Palomas.

El miedo y el nerviosismo se apoder� de los vecinos que viviendo por esa zona tuvieron que coger lo imprescindible y marcharse hacia la parte alta de la ciudad o bien a casas de familiares y amigos. En el Ideal Cinema se escuch� una voz que avisaba de lo que estaba ocurriendo, los espectadores salieron asustados del cine sin saber que direcci�n tomar, muchos de ellos, donde nos encontr�bamos mi novia y yo, cruzamos por la calle Calder�n de la Barca hacia la calle de la Luz, pudiendo contemplar desde la antigua Central de Tel�fonos, donde llegaba el agua, escenas conmovedoras, como por ejemplo, un hombre que intentaba pasar hacia la calle de la Aljaranda en el Barrio de Jes�s, mientras una mesa de camilla y un cami�n de una firma chacinera atravesaban flotando por la Calzada en direcci�n a la Puerta del Mar, d�ndose la circunstancia que mientras esto ocurr�a en el quir�fano del entonces Hospital acababa de nacer una ni�a.


Riada del martes 13 de enero de 1970. Autoridades junto al t�nel. (Foto: Archivo particular de Jes�s Ter�n)

Una vez que pas� la gran avalancha de agua pudimos observar como el kiosco de Mar�a Antonia, instalado junto a la Plaza de Oviedo, se encontraba empotrado en el Bar de Morilla, donde mientras pas� la avalancha de agua m�s de un cliente y su due�o don Luis Morilla Mayo se tuvieron que subir al mostrador del Bar, tambi�n otro kiosco hab�a llegado hasta la Farmacia del Ldo. Checa Ceballos, teniendo que salir por un hueco del techo el auxiliar don Manuel Fern�ndez Guardia. M�s tarde vimos el estado en que se encontraban comercios como Galer�as Villanueva, Tejidos Trujillo, Librer�a de Luis Villanueva Ruffo, Bar Central, Estanco de Pablo Manso, Bar Morilla, Relojer�a de Joaqu�n Mu�oz, Pasteler�a de Bernal, as� como las calles General Copons, Sancho IV el Bravo, la Plaza de Oviedo y las calles adyacentes Asedio, Independencia, Coronel Moscard�, Melo, Comendador, Justino Pert��ez, Florinda, Pedro Cort�s, San Donato, Nuestra Se�ora de la Cabeza, Madre Purificaci�n, Inv�lidos, Cervantes, Reyes Cat�licos, Guzm�n el Bueno y Sant�sima Trinidad, parroquia de San Mateo y en la Sociedad Casino Tarife�o entre otras, e intentamos echar una mano junto a la Polic�a Local, Ej�rcito, Marina y todo el pueblo de Tarifa en las tareas de limpieza del lodo que hab�a quedado en las casas, tiendas y calles, como igualmente llevar a la Alameda los varios veh�culos da�ados por la riada.

Tras pasar ese d�a visitaron la ciudad el gobernador civil de la Provincia, don Luis Nozal L�pez, y el presidente de la Diputaci�n Provincial, don Antonio Barbadillo y Garc�a Velasco, entre otros, quienes en compa��a del alcalde, don Juan N��ez, visitaron la zona afectada.


En algunos sitios, y debido a que las aguas alcanzaron m�s de metro y medio de altura, como es en la parroquia de San Mateo, junto a la capilla de la Virgen de la Luz se conserva un azulejo con una marca cuyo texto dice "Hasta esta altura llegaron las aguas de la riada del 13 de enero de 1970". Igualmente, otro de estos azulejos estaba puesto en el Bar S�tano "H", de don Manuel Manzanero Brenes, frente del Castillo de Guzm�n el Bueno.

Por: JESUS TERÁN GIL. Cronista de la CIudad

miércoles, 22 de abril de 2009

HISTORIA DE TARIFA



Fotografía tomada a principios de los años 1920 por fotógrafo alemán Kurt Hielscher del libro España Desconocida.

martes, 21 de abril de 2009

HISTORIA LOCAL


Castillo de "Los Guzmanes" y murallas:
Hace ya muchos años se dispuso por el Ministerio de Defensa demoler las murallas de Tarifa, conservando sólo el torreón llamado de los Guzmanes y la Torre de Guzmán el Bueno, pero la Comisión Provincial de Monumentos de Cádiz acordó, en sesión del 27 de Mayo de 1.876, protestar contra tal demolición que quitaría todo el carácter a la ciudad árabe.
En el archivo de la Academia de Bellas Artes de San Fernanado consérvase una Memoria del ramo de Guerra, acompañada de tres planos, del recinto de Tarifa, del castillo de los Guzmanes y su torreón avanzado, y de una parte de la ciudad donde existen los restos de murallas de la época de Guzmán; llevan la fecha de 1.868.
El alcázar desde donde, se supone, arrojó Guzmán el Bueno el puñal para que mataran a su hijo, es de estructura árabe, aunque reformada posteriormente, y junto al sitio don fué muerto su hijo, se alza un desmochado torreón avanzado que llaman de Guzmán; al pie se ve una lápida conmemorativa moderna del conde de Niebla, en honor de su ilustre antepasado.
Sobre la antigua mezquita, de la que sólo se conservan cuatro columnas, aprovechadas, sin duda, al edificarla los árabes, de algún templo o edificio romano, está construída la primitiva parroquia de Santa María, dentro del recinto de la alcazaba.
En el año 1.908, al hacer una reparación en el techo de una capilla, se descubrieron una viga y tres trozos de un artesonado árabe, de bellas labores entrelazadas, con elegantes caracteres cúficos incompletos, los cuales, en opinión del doctor arabista Sr. Codera, no parecen corresponder a ninguna leyenda alcoránica, pero que por estar mutilados es aventurado e inútil toda tentativa de traducción.


El Castillo de Guzmán el Bueno
Sobre el perfil del cercano continente africano se superpone en el paisaje urbano de Tarifa la estampa del llamado Castillo de Guzmán el Bueno.
Edificado en el año 960 d.C. por orden del califa Abderramán III, se levantó sobre las ruinas de un posible campamento militar romano, en un lugar estratégico para el control de la ruta de comunicación entre Africa y Europa, en el punto más angosto del Estrecho de Gibraltar.
De planta en forma de cuadrilátero irregular, responde en sus planteamientos arquitectónicos a conceptos y tratamientos romanos transmitidos por las arquitecturas militares bizantina y siria. El núcleo central es la parte más antigua. En ella las torres se sitúan a distancia intermedias en los frentes Sur, Oeste y Norte. Estos últimos dos frentes se encuentran aún almenadas, mientras que en el frente sur no se conservan, pues las murallas fueron adaptadas en el siglo XVIII para la instalación de piezas de artillería.
El castillo ha conocido muchos moradores; musulmanes y cristianos, y ha resistido varios asedios de gran dureza, baste en este sentido citar la gesta de Guzmán el Bueno en 1295, quien observó desde el castillo la muerte de su propio hijo por no haber entregado la ciudad a los musulmanes.
El último de los asedios padecidos por la ciudad y por el castillo sucedió en 1812 cuando las tropas de Napoleón Bonaparte sitiaron Tarifa, no consiguiendo entrar en ella por la tenaz resistencia de sus habitantes.