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Es una asociación-Sociocultural que nace para difundir y recopilar la Historia de Tarifa.Esta la hacemos entre todos. Nuestra dirección es: baluarte-tarifa@hotmail.com Estamos trabajando en una página oficial para Baluarte. De momento este es un blog vinculadO a ella y con artíiculos firmados personalmente.

miércoles, 8 de julio de 2009

ANTIGUA FÁBRICA DE LADRILLO. FINCA SALVADOR GUTIERREZ


Enclavada en un lugar privilegiado de nuestra ciudad, justo detrás del polígono la vega y a la izquierda de la entrada sur de tarifa, se encuentra lo que en su día fue una rentable fábrica de ladrillos y lo que hoy representa la decadencia de la industria local. Esta finca de unos 3.000m2, Pertenecía a Salvador Pérez Gutiérrez, persona de gran importancia en nuestro pueblo ya que fue alcalde durante varios años y para muchos fue uno de los mejores alcaldes de Tarifa. La fábrica fue abierta a principios de los 50 sobre el tejar ya existente, daba mucho trabajo a los habitantes de Tarifa, aunque su numero era reducido unas 12 personas, estaban dirigidas por el encargado Juan Anguita. En esa época los trabajadores tenían un horario de ocho horas, entraban a las 8:00 de la mañana y a las 13:00 salían para comer, luego empezaban las 14:00 y terminaban a las 17:00 nada mas tenían una hora para comer aunque el salario seria ridículo hoy en día en aquella época era adecuado, un ejemplo puede ser que los trabajos de mas riesgo pagaban 2 pesetas más, no era mucho pero en los cincuenta estaba muy bien. La fábrica proporcionó ladrillos tanto a la comarca como a distintas obras de la localidad cabe resaltar lugares tan emblemáticos (todos ellos para su arreglo naturalmente) de tarifa como el ayuntamiento, la residencia de oficiales la isla de las palomas...

La fabricación del ladrillo;

Al principio el ladrillo se hacia a mano con moldes, luego, llegaron las maquinas, aunque el barro siempre se siguió sacando a pico pala , El lugar donde se encontraba dicho barro se llamaba El barrero la forma de sacarlo era simple, pero laboriosa, cuando se quería coger barro se utilizaba una pala para trasladar el barro a un camión, luego se pasaba a una Torba que consistía en un cóncavo grande por el que echaban todo el barro, luego iba a la masadora (que continuamente echaba agua para ablandar el barro) seguidamente el barro pasaba por un tubo, al final de dicho tubo había un alambre, que cortaba la tira de barro, formada por el tubo, en moldes, para finalmente varios operarios coger los distintos ladrillos y traspasarlos a un carro en el cual cabían unos 50 o 70 ladrillos, luego lo mandaban al Mantillo, para dejar que se secaran. El tiempo que debían dejar no era siempre el mismo, debido a la cambiante climatología de nuestro pueblo, aunque normalmente era de 2 días, transcurrido ese tiempo proseguía la elaboración de ladrillo, esta vez se colocaba en El horno, el cual se mantenía encendido con orujo (restos de desperdicio de aceituna o también carbón)una vez cozido el ladrillo se sacaba del horno y se llevaba a la fábrica , había que cargarlos en paneles, como los utilizados hoy en día, aunque, con la salvedad de que entonces se hacia a mano, y dado el lugar en que se encuentra la fábrica cuando había levante (muy común en el lugar donde vivimos) soplaba de tal manera que “se hacia imposible el trabajo” según comenta Francisco Rodríguez Fernández trabajador durante mucho tiempo de la fabrica. La producción de ladrillos variaba según el día, podrían hacer perfectamente 100.000 ladrillos un día y al siguiente no hacer ninguno aunque normalmente el promedio estaba en unos 5.000 ladrillos al día ,de todas formas, estas cifras son cuando estaban las maquinas, naturalmente, cuando no estaba la maquinaria el promedio era mucho mas bajo de unos 1.000 ladrillos al día. La fábrica tenía mucha reputación en Tarifa, ya que contaban con gran variedad de modelos de ladrillos desde los mas comunes como los tabiques a los diferentes modelos como los macizos, finos, gordetes, gordos, moldes con dos, seis, boquetes etc...

Hay muchas anécdotas curiosas como la que le ocurrió a Francisco Rodríguez , según el relata, había un molino que era una pequeña habitación ,en el que se amasaba la piedra procedente del barro, dicho artilugio tenía una polea de ¡nada menos que de 50 kilos!, un día, Francisco estaba trabajando en ella junto a otro compañero, sin darse cuenta de repente hubo una explosión y ambos quedaron envueltos en una oscuridad absoluta, cuando los demás trabajadores volvieron para ver que había pasado (según algunas fuentes la explosión se escuchó hasta más de 500 metros)se dieron cuenta que la polea se había ¡destruido!, vigas de madera pasaron cerca de los dos sin tocarles, el molino quedó destruido aunque a ellos afortunadamente no les pasó nada. Luego no pasaría nada relevante en la fabrica hasta su cierre. La fabrica empezó a dejar de ser rentable a mediados de los ochenta, perdían mucho dinero y ya no era lucrativo hacer ladrillos, entonces decidieron cerrarla.(recientemente vendieron el terreno para construir viviendas) La decadencia de las fabricas locales es notable, ya que, por poner un ejemplo, antes había unas 12 fábricas de pescado ahora solo quedan dos, una de ellas es la muy conocida La Tarifeña cuyos dueños son los hijos de salvador Pérez dueño de la fábrica de ladrillos, este tipo de comercio se debería cuidar más ya que representa parte del pasado, presente y futuro de nuestro pequeño pueblo.

Por: Daniel Diaz Serrano

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante artículo.
algo para recordar

Anónimo dijo...

genial articulo